HENNESSY (JAQUE A LA REINA)

FICHA TÉCNICA
T.O.: Hennessy
Aka: To kill the Queen
Año: 1975
Dir: Don Sharp
Prod: Samuel Z. Arkoff
País: UK.-USA
Music: John Scott
Cast: Rod Steiger, Lee Remick, Richard Johnson, Trevor Howard, Peter Egan, Eric Porter, Ian Hogg, Stanley Lebor, John Hallam, Patrick Stewart, Diana Fairfax, Patsy Kensit

REVIEW
Si la video nasty de Romano Scavolini Pesadillas de una mente enferma (Nightmare, 1981) fue promocionada como "la película prohibida en Inglaterra por Margaret Thatcher", Hennessy podría ser presentada perfectamente como "la película prohibida en Inglaterra por la Reina Isabel II".
La trama del filme se centra en Niall Hennessy (Rod Steiger), un experto irlandés en demoliciones cuya esposa e hija son asesinadas accidentalmente en Belfast por tropas británicas. Trastornado por el complejo de culpa se propone destruir a la Familia Real y a todo el gobierno inglés haciendo volar el Parlamento. Hennessy será perseguido por Scotland Yard y el grupo terrorista IRA.
Producida por American International Pictures (AIP) de uno de los grandes nombres de la serie b, Samuel Z Arkoff. El filme utiliza imágenes de la Reina Isabel II en la apertura estatal del parlamento en 1970, imágenes que Arkoff adquirió de un programa de noticias que emitía para una filial de la cadena televisiva Fox. Pero cuando la película se presentó ante los censores de la BBFC (British Board of Film Classification) fue rechazada. Además de meter tijera en algunas secuencias, el productor fue obligado a añadir un descargo de responsabilidad antes de los títulos de crédito iniciales, dejando claro que la Familia Real no participó en la realización de la película y que dichas imágenes no estaban pensadas para usarse en un contexto ficticio. Sin embargo, las grandes empresas de distribción británicas EMI y RANK se negaron a distribuir la película; al boicot se unieron los propietarios de las principales salas de cine de Inglaterra. Hennessy tuvo una distribución marginal, siendo proyectada de tapadillo en cines de tercera y en circuítos independientes. En Estados Unidos fue anunciada como "la película prohibida en todo Reino Unido".
Tras los títulos de crédito vemos a Rod Steiger en la piel del irlandés Hennessy, un hombre corriente haciendo su trabajo que consiste en supervisar la demolición de viejos edificios y fábricas. Al acabar su jornada tiene una cita con su hermano, éste quiere hacerle entrega de un regalo por el cumpleaños de su hija. Enseguida nos damos cuenta que el hermano del protagonista es un cabecilla del grupo terrorista irlandes IRA y lo que pretende realmente es convencer a Henessy para que les facilite un cargamento de explosivos. Hennessy se niega en rotundo y le dice que no cree en la violencia y que no quiere implicarse en nada que tenga que ver con el IRA, pues para él lo más importante del mundo es su familia. Por contra, su hermano le replica que nada es más importante que  Irlanda.
A continuación vemos como en una calle de Belfast una multitud de jóvenes irlandeses se amotinan contra las Patrullas del Ejército Británico. En el mismo lugar, la esposa y la hija de Hennesy salen de una consulta médica cuando un soldado pierde el control de su arma tras recibir una fuerte pedrada en la cabeza. Una ráfaga de balas alcanza a la mujer y la niña que caen muertas sobre el asfalto. El grito de Steiger/Hennessy arrodillado junto a los cuerpos mientras el ejecito acordona la zona es desgarrador.

Nuestro protagonista decide desaparecer de Belfast y se refugia en el apartamento de Kate Brooke (Lee Remick), la viuda  de un viejo amigo del IRA. Hennessy no le revela por qué está en Londres. Sólo le dice que no está involucrado con el IRA... lo cual es  verdad. Él está en una misión de venganza personal para volar la Cámara del Parlamento y matar a la Reina, a la Familia Real y a todos los miembros del senado. En otras palabras: asesinar Reino Unido.
¿Cómo llevará a cabo esta venganza imposible? La premisa puede parecer loca y descabellada, pero la forma en que se va desarrolando es brillante. De la mano del genial Rod Steiger vamos descubriendo paso a paso cómo Hennessy ha ideado su plan. Hay giros tan inteligentes como inesperados. En un momento dado Steiger llega incluso a transformarse físicamente... Pero es mejor no revelar nada para que aquellos que no la hayan visto puedan disfrutarlo al cien por cien.
Otra cosa a resaltar sin lugar a dudas, y una de las cosas por lo que la película merece ser recordada, es el montaje de las secuencias documentales... verdaderamente impresionante. Creo que en ninguna otra película (y hay unas cuantas) se ha conseguido con tal realismo... Aquí no notamos ninguna diferencia de grano y de color en la imagen cuando saltamos de lo filmado en la ficción a los insertos documentales o de archivo ¡Hasta el punto de que hay un momento increible en que parece que la Reina Isabel II está actuando en la película!
Dirigida por el especialista en cine fantástico y de terror Don Sharp (Kiss of the VampireRasputin:The Mad MonkPsychomania...). Hennessy, en España también conocida como Jaque a la reina, es una intensa y audaz historia de venganza con un clímax memorable. No es un thriller político ni toma partido por nadie. El conflicto irlandés se usa más bien como telón de fondo y de una manera casi explotativa. Aunque esto no significa que estemos ante una simple revenge movie y puede que haya algo más profundo en las motivaciones de Hennessy que vengar la muerte de su familia; tal vez en el fondo es una forma de demoler el conflicto como lo haría con una vieja fábrica, pues haciendo saltar por lo aires a todo el estamento político también acaba con el negocio del IRA.
A modo de una cacería humana, el protagonista será perseguido por un obsesivo inspector de Scotland Yard interpretado por Richard Johnson (Nueva York bajo el terror de los zombis, Poder maléfico...) y también por miembros del IRA que quieren eliminarlo a toda costa, pues entienden, o al menos eso dicen, que si Hennessy logra su objetivo la imagen de la organización sufrirá un daño irreparable a nivel internacional.
Vale la pena detenerse en el personaje de Richard Johnson, el inspector Hollis. Un perro rabioso que en el pasado sobrevivió a una emboscada del IRA en la que murieron un montón de sus hombres. El inspector Hollis de Johnson es un cruce entre el Dirty Harry de Clint Eastwood, pero al estilo british, y el Popeye Doyle de Gene Hackman de The French Connection. Lo cierto es que el actor, quien curiosamente también escribió la historia en la que se basa la película, lo da absolutamente todo en lo que fácilmente puede ser una de las interpretaciones más top de su carrera. Johnson venía de trabajar en dos mágníficas exploitaciones de terror italianas como son Poder maléfico (Chi sei?, Ovidio G.Assonitis, 1974) y El medallón ensangrentado (Perché?, Massimo Dallamano, 1975), donde guardaba más la compostura y daba muestras de su habitual flema inglesa. El guionista John Gay (Soldado Azul), terminó de dar forma a la idea original de Richard Johnson.
A diferencia de Richard Johnson el trabajo de Rod Steiger resulta más contenido de lo que es habitual en él  -basta recordar sus actuaciones en El hombre ilustrado (The Illustrated Man, Jack Smight, 1969) o en Agáchate maldito (Giù la testa, Sergio Leones, 1971)-.  En Hennessy, Steiger es como una olla hirviendo, él (su personaje) está hirviendo por dentro y su actuación aquí es realmente increible. 
Viendo esta película me di cuenta de algo: este es el tipo de interpretación que siempre ha perseguido Paul Naschy en muchas de sus películas y que nunca ha logrado... al menos no al nivel de talento de un gran actor como Rod Steiger. Primero caí en la cuenta del  parecido físico entre ambos, su corpulencia con tendencia a la redondez y el hecho de que en muchas películas ambos usan un peluquín similar. No sé si en alguna ocasión Paul Naschy/Jacinto Molina manifestó públicamente admiración por Rod Steiger, pero lo que sí estoy seguro,  y apostaría por ello, es que nuestro hombre lobo ibérico vio Henessy cuando se estrenó en España con el título de Jaque a la Reina. Y voy más allá, El Francotirador (Carlos Puerto, 1978) es prácticamente un remake inconfeso de Jaque a la Reina, no de Chacal (The Day of the jackal, Fred Zinnemann, 1973) como se promocionó en su día y se ha venido diciendo en muchas ocasiones a lo largo de los años. Sólo hay que tomarse la molestia de ver las tres películas consecutivamente para darse cuenta de cúal es la que tomaron como modelo Carlos Puerto y Paul Naschy. Si un día hago la review de El Francotirador desglosaré esta certeza al detalle.
Para terminar destacar la presencia en papeles secundarios del legendario actor británico Trevor Howard (El tercer hombre, Breve encuentro...), Patrick Stewart (X-Men, Star Trek...) y  Patsy Kensit (Beltenebros, Arma Letal 2...) que aquí encarna a Angie Hennessy, la pequeña hija de Rod Steiger, y que años más tarde se casaría con Liam Gallagher cantante de Oasis. 
Review by Gerard Fernández

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FURIA SÚBITA

FICHA TÉCNICA
T.O.: Sudden Fury
Aka: Dirty Fred
Año: 1975
Dir: Brian Damude
Prod: Film Can Productions
País: Canadá
Music: Matthew McCauley
Cast: Dominic Hogan, Gay Rowan, Dan Hennessey, Hollis McLaren, David Yorston, Eric Clavering, Sean McCann, Robin Ward

REVIEW
Podría pasar por una de las "ABC Movie of the Week" (La casa que nunca muere, El diablo sobre ruedas, Nightmare in Badham County...), o un capítulo alargado de la serie "Alfred Hitchcock presenta...". Sin embargo este es un olvidado y singular thriller de explotación canadiense que fue recuperado por el sello Vinegar Syndrome en 2018; aunque en España había sido editado en vídeo en los 80, sorprendentemente o no tanto dada la enorme cantidad de rarezas que llegaron a España en pleno boom del vídeo. 
Fred lleva a su esposa Janet fuera de la gran ciudad, a la zona más profunda y campestre de Ontario, donde él quiere construir un hotel rural. Pero para ello necesita el dinero de su mujer, a la que intenta convencer mostrándole las hermosas vistas y el terreno que quiere adquirir para tal negocio. Ella no se fía del tarambana de su marido y se niega a darle el dinero. 
Tras pasar por una gasolinera perdida emprenden el camino de vuelta, con Fred todavía muy enojado por la negativa, que aprovecha para echarle en cara las infidelidades que sospecha y que ella le confirma. Fuera de sí acaba perdiendo el control del volante, saliendo de la carretera y cayendo por un terraplén. La mujer queda atrapada en el vehículo, bocabajo y desangrándose por las graves heridas. El marido decide dejarla morir y abandona el lugar del accidente, pero no cuenta con que un extraño (con el que había tenido un breve altercado en la carretera) ve de lejos el coche accidentado y acude al auxilio de Janet. A partir de aquí se inicia una caza de ida y vuelta entre los dos hombres. 
Único largometraje del director Brian Damude, con un reparto prácticamente de actores desconocidos; sólo familiar Hollis McLaren en la piel de una joven granjera, que venía de hacer un papel similar en el clásico de venganza canadiense Domingo sangriento (Sunday in the Country, 1974) y que después apareció en otras producciones franco-canadiense independientes, algunas de gran calidad como Atlantic City (1980) de Louis Malle. Dominic Hogan, actor que interpreta al psicótico Fred, falleció pocos meses después de estrenarse la película y anteriormente sólo había trabajado en algunas series de televisión. 
El director reparte guiños cinéfilos, como apellidar Bates al matrimonio (por Norman Bates y su hotel) o llamar Polanski a un inspector de policía. Atendiendo a las palabras del propio director, Sudden Fury pretende ser un homenaje a su admirado Claude Chabrol, lo cual hilando fino se puede llegar a intuir; al Chabrol de la campiña francesa de El carnicero (Le boucher, 1970), al de Accidente sin huella (Que la bête meure, 1969) o La mujer infiel (La Femme infidèle, 1969). 
Personalmente la peli ha resultado toda una sorpresa, si bien es cierto que iba sin expectativas ni había leído mucho sobre ella. Es extrañamente entretenida, al ser imprevisible por momentos -con un argumento que juega la carta del falso culpable- y, finalmente, desconcertante en el mejor de los sentidos. Se nota el bajo presupuesto, pero está bien realizada y lejos de ser algo cutre. Sin duda el entorno rural canadiense juega a su favor. Un título a subrayar en lista de Canuxploitation, el cine de género setentero facturado en el frío país de los grandes lagos.
Review by Gerard Fernández 

MÁS IMÁGENES DEL FILM

DIABOLIK

FICHA TÉCNICA
T.O.: Diabolik
Aka: Danger Diabolik
Año: 1969
Dir: Mario Bava
Prod: Dino De Laurentiis
País: Italia-Francia
Music: Ennio Morricone
Cast: John Phillip Law, Merisa Mell, Michel Piccoli, Adolfo Celi, Renzo Palmer, Caterina Boratto, Mario Donen, Claudio Gora, Lucía Modugno, Annie Gorassini

REVIEW
“Visto el pésimo uso que hace el Gobierno del dinero público, procuraré que en el futuro no pueda disponer de él. Firmado: DIABOLIK."
(a continuación hace saltar por los aires el edificio de Hacienda).
Las hermanas Angela y Luciana Giussani, creaban en 1962 el fumetto “Diabolik” que obtenía un éxito multimillonario en Italia, y hacía famosísimo a su personaje, un delincuente, casi un terrorista, que robaba sólo a los ricos y mantenía en jaque al Estado, pero, en lugar de repartirlo con los pobres, se lo quedaba todo para él, guardándolo en su refugio subterráneo que estaba dotado con trampas de última tecnología para compartir dinero y sexo con su novia Eva Kant.
Los fumetti, palabra italiana basada en “fumo” (humo), que significa algo así como “pequeñas nubes de humo”; esto es, diminutas visiones encuadradas en viñetas ilustradas, que en la mayoría de los casos, lo que determinaba su éxito era debido a la extrema crueldad y sadismo del héroe que aplicaba técnicas mortales para conseguir sus objetivos. Así Diabolik era experto en lanzar y matar con el cuchillo, como también en la utilización de todo tipo de drogas y venenos.
En 1967, Dino de Laurentiis que había comprado los derechos a las hermanas Giussani para llevar al cine este proyecto, contrataba al director Tonino Cervi para hacer la película, quien iniciaba el rodaje con Jean Sorel en el papel de Diabolik y Elsa Martinelli como Eva Kant, pero a la semana, después de ver lo filmado, con una mayor parte de sesiones fotográficas que no tenían demasiada calidad, el productor despide a todos, decidiendo que el proyecto debía contar con un mayor presupuesto y una distribución de Paramount a nivel internacional, por lo que asigna 3.000.000 de dólares a la película y le da la dirección a Mario Bava, ofreciendo también el personaje a John Philip Law, que se encontraba rodando en ese tiempo Barbarella (como el ángel Pygar), y pensando en la actriz Catherine Deneuve como Eva Kant, ya que Marilu Tolo había sido descartada
Pero en poco tiempo Mario Bava también se deshace de Catherine Deneuve, porque ella se niega a dar más verosimilitud a las escenas eróticas y también porque su altura queda ridícula comparada con la de John Philip Law, y contrata a la austríaca Marisa Mell, que será la compañera perfecta de Diabolik, consiguiendo esta pareja una química fuera de lo común. Así Bava, inspirándose en tres fumetti del personaje (“Lotta disperatta”, “L’ombra della notte” y “Sepolto vivo!”), lleva al cine en Abril de 1967 esta producción, que será objeto de múltiples alabanzas económicas, al utilizar Mario Bava únicamente 400.000 dólares del presupuesto, devolviendo a De Laurentiis el resto.
Aunque el productor intentó utilizar el dinero sobrado para hacer una segunda parte, desistió ante la negativa de Mario Bava, que argumentó una enfermedad imaginaria, pero también el rechazo fue debido al fracaso de las expectativas en su estreno, ya que el “badget” conseguido en taquilla no fue excesivo, ni tampoco las críticas fueron demasiado positivas, ya que muchos críticos defenestraron la película catalogándola de banal y alimenticia, mientras que otros (incluido Cahiers du Cinema) alabaron el gran genio de Mario Bava al trasladar al cine el universo del cómic, porque conseguía una obra de un gran espacio intemporal, hecha con una gran fantasía y con unos encuadres mágicos repletos de efectos especiales anamórficos, donde el color visual es plenamente atractivo. Diabolik en una de las películas claves del pop art, la psicodelia y el futurismo de los años sesenta.
Diabolik (John Philip Law) roba diez millones de dólares ante las narices del inspector Ginko (Michel Piccoli), escapando con su jaguar negro, hasta alcanzar en un tunel a su novia Eva Kant (Marisa Mell), que lo espera con su jaguar blanco, y juntos huyen a su refugio subterráneo donde hacen el amor en una cama psicodélica forrados y tapados por el montón de dólares que han desparramado allí.
El Ministro del Interior (Terry-Thomas) anuncia por televisión el restablecimiento de la Pena de Muerte, y el inspector Ginko ordena una gran redada a la Mafia, por lo que el gangster Ralph Valmont (Adolfo Celi), pacta con la policía la captura y entrega de Diabolik, pero éste ha decidido regalar por su cumpleaños un collar de esmeraldas a su novia, y se lo roba a Lady Clark (Caterina Boratto), escalando la torre de su castillo y burlando de nuevo a la Policía, a la que hace creer que ha escapado lanzado por una catapulta hacia el mar.
Diabolik, como protesta por el despilfarro que hace el Gobierno del dinero público, dinamita y explota todos los edificios que recaudan impuestos, por lo que crea una crisis económica sin precedentes que obliga al Ministro de Economía salir en TV para pedir a los ciudadanos que paguen de inmediato sus impuestos. Como esto provoca en la población más risa que otra cosa, el Estado decide fundir todas sus reservas en un gran lingote de oro de varias toneladas de peso que no pueda ser robado por Diabolik. 
Lo primero que llama la atención de este gran “divertimento” es el magnífico trabajo Bava, que propone continuos encuadres para homenajear a las viñetas ilustradas (la imagen de ellos en el retrovisor del coche; la tortura de Eva vista a través de los barrotes de la cama; la cámara que se encuentra detrás de espacios cuadrados en las escenas de la banda de gangsters, etc…). Hay que mencionar además la interpretación de John Philip Law que recrea el personaje con movimientos mecánicos, y también con sus ojos, que muchas veces quedan estáticos, y que es lo único visible porque va literalmente forrado con una máscara-vestimenta negra (creada por Carlo Rambaldi) que le cubre su cara y su cuerpo.
La música de Ennio Morricone, que utiliza la voz de Edda dell’Orso en melodías sensuales, pero también orquesta con multitud de trompetas para dinamizar la acción, así como el uso apropiado del sytar para enmarcar el carácter fantástico y misterioso de Diabolik, está acorde con la calidad de toda la película, y Morricone no olvida crear un genérico (“Deep Down”) que canta Christy en la versión single de vinilo 45 que salió en su día. Es un trabajo del compositor realizado con su equipo colaborador de los años sesenta, donde no falta ni el coro de “I cantori moderni” de Alessandro Alessandroni (también presente en algunos temas musicales), ni la experta batuta de Bruno Nicolai. Lástima que el master musical se perdiera en un incendio, y no pueda ser recuperado, teniéndonos que conformar los coleccionistas con la música que ha quedado registrada en la película.
Mario Bava, se divierte a lo grande, filmando un personaje malévolo que lucha contra un Estado que parece idiota y malvado, al que burlará una y otra vez, para lucir una película destacada en su producción, y que el tiempo ha revalorizado como se merece, ya que, aunque logró pasar la censura en su momento, tuvo muchos problemas con la distribución, porque en Inglaterra se estrenaba en 1969 con 14 minutos cortados, y la escena de la juventud experimentando con drogas y sexo era eliminada en muchas versiones, a pesar de que Bava había retratado a la Mafia como la culpable de la "perversión" juvenil.
No se puede negar una gran admiración por Mario Bava, que rodaba escenas fabricadas con el dibujo de una casa fotografiada en una caja de cerillas, que recortaba y luego pegaba en un cristal, filmándolo a continuación y añadiéndolo a la imagen; así como las espectaculares imágenes cromáticas de la galería subterránea del refugio de Diabolik, donde no hay absolutamente nada de nada en los decorados, y todo está dibujado luego sobre lo filmado; es una habilidad que supera con creces los efectos especiales hechos hoy en día por ordenador, que los coleccionistas y devotos del Séptimo Arte debemos al gran genio que fue Mario Bava para que ocupe el lugar que merece en la Historia del Cine.
Review by Antonio Domínguez & Gerard Fernández(C)2011

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